Danay Suárez es uno de los personajes más enigmáticos de la música cubana. Salió de la cantera del rap, de aquellos días en que Los Aldeanos y Papá Humbertico desde Real 70 le gritaban a la sociedad cubana que el rap es guerra con una agresividad nunca antes vista en el discurso del género. Pero en algún punto, el trabajo de Danay trascendió al rap. Su obra está marcada por ese característico fraseo melódico, un tanto monótono, que se desliza lo mismo sobre los beats del hip hop que sobre las armonías de un piano. De Danay, biografía sintética y discos aparte, poco se sabe en Cuba.